
TATUADORES POR LA PAZ
La vida te da continuamente lecciones. No importa la edad o experiencia que tengas. Afortunadamente la gente buena acaba encontrándose y juntándose pera hacer grandes cosas.
A veces el mundo del tatuaje es visto de manera frívola, el moderneo nos invade y parece que entre estudios y tatuadores solo hay competencia y rivalidad Y NO ES ASÍ. Un montón de artistas unidos y trabajando codo con codo pueden hacer mucho. De hecho ya lo estamos haciendo.
Imagina que tu país está siendo bombardeado. Tu ciudad destruida solo te ofrece una opción: huir. Coges a tu familia, en muchos casos parte de ella ya no está y huyes, huyes deprisa y sin mirar atrás. De repente te encuentras en un país extraño. No tienes papeles, no tienes nada, tus derechos ya no existen, no eres nadie…. eres un refugiado. Mientras los países «civilizados» debaten si ofrecer o no ayuda tu te preocupas por tus hijos que tampoco «merecen» nada para el mundo. Pagas por el trozo de tierra que te han ofrecido y luchas por ofrecer a los niños un mínimo de educación porque te organizas, porque no puedes dejar de hacerlo, pero la ayuda nunca llega. Eres un refugiado. Y tienes suerte ya que hay mucha gente que no ha podido huir aún.
Esos refugiados, siguen esperando ayuda. No podemos dejar de pensar en como estarán, si todo va bien dentro de lo bien que se puede estar siendo refugiado. Aislados en un país nuevo, sin derecho a nada, educación, identidad, buscando un hilo de esperanza del que colgarse y seguir esperando.
Desde que volvimos de Trípoli nos hemos dado cuenta que los problemas no son tales cuando has visto dramas tan reales. Detrás de esas sonrisas, de esos ojos amigables, detrás de cada uno de ellos hay una historia tremenda. Ojalá que algún día esos niños puedan olvidar.
Es tan poco lo que aportamos y tan grande lo que ellos nos dan… piénsalo. Un minuto de tu tiempo, un poquito de trabajo, una ilusión compartida. Todo eso puede ser vital para un pueblo que vive una guerra incomprensible desde hace ya 9 años.
Durante los pasados meses, algunos estudios y tatuadores nos hemos unido para recaudar lo que para estos refugialos sirios en el Líbano es una bocanada de esperanza, la posibilidad de que sus niños puedan aprender o que sus adolescentes no acaben en las calles, deporte, educación y cariño sobretodo mucho cariño es lo que hemos pretendido darles, que sepan que el mundo no se ha olvidado de ellos. Al menos una parte.